Ámate simplemente porque eres tú.
Permítete caminar en tu ruta sin obligar a nadie a
acompañarte.
Permítete moverte por la vida a tu ritmo, sin reprimirte ni
manipular y sin querer manipular a los demás.
Permítete sentir tus tristezas, tu rabia y tu miedo
apoyándote a ti mismo y en ti mismo a partir de tu amor más puro, en el
pensamiento más elevado.
Acepta el momento que estás viviendo, acéptate como eres
ahora sin exigirte nada.
Expándete en amor, luz y verdad para disipar tus momentos de
oscuridad.
Respeta tu espacio de soledad. Busca tu silencio interno.
Permítete dedicarte a crecer desde tu interior y ser feliz a
tu manera.
Estimúlate en tu crecimiento para manifestarte como la
persona maravillosa que eres, siendo lo que quieres ser, haciendo y creando
según tus valores y obteniendo la cosecha de tus elecciones.
Ámate sin condiciones…
(Adaptación del original)
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