Pero, ¡qué poquito hace falta para pasar un día inolvidable!
Una genial idea la de pasar una tarde en el merendero, compartiendo un rato junt@s en plena naturaleza. Hubo tiempo para todo: barbacoa, tapas exquisitas, carne bien cocinada, risas, paseito, juegos y vuelta a la calma.
Tan necesario como respirar, debemos repetirlo más a menudo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario